domingo, 29 de mayo de 2011

Del arte de copiar y firmar...

Avila Rocha Jaqueline

Tema: Enrique Peña Nieto

Punto focal de campaña. La fuerza de los argumentos que, al mismo tiempo, ofrezcan un correcto manejo verbal así como un amplio espectro de temas para el oyente.

El Estado de México no otorgará gratuitamente el triunfo a Eruviel, Bravo Mena o Encinas, por lo que la estrategia del primero, a la luz, parece equivocada. ¿Qué hay de positivo-valga el uso del tan indefinible término- en copiar el esquema de campaña de Enrique Peña Nieto?

Sí, sabemos que el gobernador mexiquense es el candidato mejor colocado para representar al PRI en las presidenciales de 2012, pero no indica que el involucrar a actores raros, dándole calidad de jueces, es decir, hacer uso de Notario Públicos incremente el voto por la causa propia.

Valdría apuntalar lo que Giovanni Sartori sentencia (2001:25) “Somos nosotros […] los que hemos inventado un sistema político de concordia discors, de consenso enriquecido y alimentado por el disenso, por la discrepancia.” Pero si ese enriquecimiento no inicia desde el plano discursivo, al utilizarse viejas fórmulas “probadas”, ¿dónde queda la dinámica de la política nacional?

“Te lo firmo y te lo cumplo” pregonaba Peña Nieto en su campaña hace ya seis años, mientras prometía cumplir íntegramente cada uno de sus compromisos, antes de que su sexenio terminara. Las promesas vinieron a ser eforzadas con una amplia campaña publicitaria-basada en el eje discursivo de la promesa-mediatizada vía Televisa.

Ahora bien, eso del cumplimiento de sus promesas firmadas ante notario público tiene sus asegunes. Nada maravilloso ni extraordinario en realidad tuvieron sus 20 mil promesas, si se piensa que las cumplió con dinero del erario público.

Nada maravilloso resulta también, el hecho de que paralelamente a la carrera por la gubernatura del Estado de México, la batalla por la Presidencia de la República retome fuerza y que uno de sus temas principales sea la seguridad del país.

 Peña Nieto ha sido muy insistente al afirmar que, de llegar a ser Presidente, combatirá al crimen organizado con determinación y que las versiones de que podría pactar con los criminales son simplemente actos lingüísticos no justificados, habladurías pues. ¿Quién osaría en pensar que el PRI pueda pactar con el narcotráfico, si jamás en la historia lo ha hecho? ¡Qué va! El ex Gobernador priista del estado de Nuevo León, Sócrates Rizzo, peca de perverso cuando sugiere que eso ocurría en el pasado.

Más allá de especulaciones, de arreglos ahí donde la ausencia de color reina, vale reflexionar si el oriundo de Atlacomulco es capaz de resolver el problema de inseguridad del país, cuando no ha tenido ni la más mínima señal de reacción ante la ola de feminicidios en sus entidad, ante la evidente corrupción de los mandos mexiquenses ¿O será que eso de velar por la seguridad del Estado de México no era parte de los compromisos que Peña Nieto firmó ante notario público?

Sartori,  Giovanni. 2001. La sociedad multiétnica. Taurus: México.


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